Después de firmar la 6ª posición en la Carrera 1 del sábado y mejorar esas prestaciones el domingo, con una 4ª posición en la Carrrera Tissot Superpole, Iker Lecuona (Team HRC) encaró la Carrera 2 con la expectativa de conseguir su mejor resultado del fin de semana. Partía desde la cuarta plaza, su mejor emplazamiento del año en parrilla, pero las cosas se torcieron antes incluso de poder tomar la salida, cuando el guardabarros de su CBR1000 RR-R salió volando en la vuelta de calentamiento, iniciando una cascada de problemas para el piloto valenciano.

“¡He frenado y he escuchado una explosión llegando a la curva 1 y no he podido hacer nada!” explicó después el piloto de 22 años. “He escuchado algo en la moto y luego algo de la moto me ha pasado muy rápido por el lado derecho. He pensado, '¡de ninguna manera! no es posible ahora que salgo desde la cuarta plaza'.

El incidente desconcertó al rookie de Honda, y más al constatar los problemas que aparecieron a continuación: “El freno se ha venido abajo, no tenía freno, me he ido un poco a la tierra porque me he despistado mirando delante. Me he colapsado un poco y he pensado en entrar en el pit lane. De hecho, me he apartado, pero he empezado a frenar y he visto que volvía un poco el freno, ajustándolo, y he decidido ir a parrilla, a ver qué pasaba”.

En carrera, Lecuona tuvo que acomodarse rápidamente a las nuevas circunstancias, ya que los problemas con el freno persistieron a lo largo de las 21 vueltas de la prueba: “Ha sido difícil manejarlo, tenía mucha vibración, tanto en la recta como frenando, no podía inclinar con freno, o sea, tenía que parar la moto y soltar el freno antes, he tenido que adaptarme mucho durante la carrera”. Sin embargo, el debutante pudo manejarse hasta el final y acabar la carrera en sexta posición

“Ha sido una locura, porque estaba muy convencido del potencial, quizá no para luchar por el podio, pero sí para escaparme con los de delante, estar ahí y pelear por una cuarta posición” se lamentó el piloto español. “Pero bueno, he luchado con Locatelli toda la carrera y le he recuperado algo más de un segundo en las últimas vueltas. ¡Al final, otra sexta posición y más cerca de los primeros, así que se ha solucionado un poco la cosa, digámoslo así!”

Pero ¿Qué pasó para que la rotura del guardabarros trastocara de esta manera el funcionamiento de la moto? Consultado un especialista, la explicación técnica apunta a una concatenación de problemas muy acorde con la descripción del propio piloto. La pérdida del guardabarros afectó al funcionamiento de elementos más sensibles de la moto al canalizar el aire hacia el radiador y alrededor de las barras de la horquilla. Una gran cantidad de aire sucio alrededor de la horquilla podría afectar al funcionamiento de las pinzas de freno, que no se enfriarían tan eficientemente; la temperatura del líquido de frenos aumentaría, y eso haría que el freno se percibiera de manera diferente. Cambiarán las sensaciones del piloto, y ese sería, en definitiva, el gran problema.

En cualquier caso, superado brillantemente por Lecuona lo que fue uno de los muchos imponderables en una carrera, el piloto de Honda ya mira hacia la próxima cita, en Italia, donde espera seguir con su racha positiva si todas las piezas encajan, o simplemente no se volatilizan: “Misano es un circuito que conozco, con lo cual iremos con un poco más de ventaja que aquí, pero no quiero ponerme expectativas. Es un circuito que me gusta, pero llegamos como rookies, moto nueva, todo nuevo. A ver qué tal funciona la moto, a ver cómo me encuentro yo, y poco a poco iremos avanzando”.

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